Cuando te fallen las fuerzas y sientas demasiado peso para seguir. En el momento que tengas que dejar de dar porque necesitas respirar para ti.
Entonces aparece la sorpresa.
Tomate un segundo a solas para reflexionar sobre las cosas hermosas y que la vida prepara, párate a disfrutar de los momentos simples pero maravillosos que te ofrecen las personas, disfruta de la sorpresa, confía en que las compañeras te quieren aunque no lo sepas.
¿Por que no soltar una lágrima por que te regalen una opilla, y disfrutar de tarde de amistad?
La vida esta en los momentos.
Gracias a quien sabéis dar y estar.