jueves, 28 de agosto de 2014

LA DUDA: VERDAD VERDADERA

LA DUDA: VERDAD VERDADERA







Empoderamiento se refiere a la capacidad que las personas, en situaciones de vulnerabilidad, tienen de lograr una transformación con la cual deje de ser objeto de otros y consigue ser la protagonista de su propia historia. Es por medio del cambio de mentalidades colectivas y de la capacidad que las personas pueden lograr al facultarse al ir en busca del cambio. Es así como el sujeto consigue sus aspiraciones de desarrollo, bienestar y cumplimiento de derechos y libertades con las que cuenta todo ser humano. 
(Definición de empoderamiento)

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¿Cuál es el límite de los Derechos Humanos? ¿Hay alguno cuando hablamos de tradiciones culturales? ¿Es posible ser partidario de la defensa de los Derechos Humanos al mismo tiempo que defiendes el derecho de desarrollar libremente la vida cultural de tu sociedad? 
 Es fácil juzgar desde nuestra posición, es fácil catalogar a alguien o algo como “retrasado culturalmente” o “no civilizado” 
Es  fácil es decir que simplemente estás a favor de los Derechos Humanos, digo “lo fácil”; porque es la postura generalmente mayoritaria (y muchas veces no razonada)y otras veces no mayoritaria.
 Lo difícil, es pasar a la fase de los “¿por qué?”. la cuestión es mucho más compleja cuando entran en juego las llamadas “prácticas culturales", y que por esa razón te opones. 


 Alguien alguna vez dijo, “la información es poder” y para mí, aquí reside la clave. la información es poder, el saber es poder y con este saber y esta información puedes empoderate, entender la letra de la canción y saber que no es una canción de verano sino la melodía de tu vida.
Vuelvo a la definición de empoderamiento:
"Es así como el sujeto consigue sus aspiraciones de desarrollo, bienestar y cumplimiento de derechos y libertades con las que cuenta todo ser humano."

Teniendo una claridad cristalina sobre los Derechos Humanos puedo decir que, quizá no sea capaz nunca de resolver mis dudas personales, sobre el límite o no, de los mismos porque no me siento con autoridad moral para discernir el bien del mal en ciertas prácticas culturales.
 Quizá esta eterna duda  sea mi mejor compañera intelectual,plantearse todo no es malo al contrario. Después de todo, ¿quién puede tener la verdad absoluta sobre nada?

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